En nuestro mundo rápidamente cambiante donde las ideologías y las formas de vida están bajo amenaza, la historia está siendo ignorada. La Trienal de Brujas de 2018 propone una pregunta: "¿Qué tan flexible, líquida y resistente puede ser una ciudad histórica como Brujas en una época en la que ya nada parece estar seguro?"
Paralelamente, la inspiración detrás del concepto reside en la geografía del la ciudad misma. Brujas es una ciudad envuelta y trenzada con agua y ha sido una metáfora de Liquid City desde los primeros tiempos. Till-Holger Borchert y Michel Dewilde, curadores del Brujas de Viena del 2018, han pedido a artistas y arquitectos que traduzcan la fluidez y el legado artístico de la ciudad en instalaciones pintorescas, lo que permite a los visitantes formar parte del proceso creativo.
Este año, el galardonado estudio español SelgasCano dirigido por José Selgas y Lucía Cano, han diseñado un vibrante pabellón flotante en el Canal Coupure para que los visitantes puedan darse un chapuzón. La capa externa permite que la luz viaje juguetonamente a través del espacio, distorsionando la percepción natural de la ciudad vieja, y actúa como una musa para los fotógrafos. Además de ser una instalación de natación, la plataforma también sirve como un lugar para reuniones y actividades.
La instalación consiste en un esqueleto de acero rodeado por un vinilo fluorescente de color rosa-naranja. Este material plástico impermeable nunca se ha utilizado en un edificio y se construyó en el lugar en un proceso completamente hecho a mano. Una plataforma de madera amarilla se adjunta a la instalación, continuando la experiencia interactiva al permitir a los visitantes saltar al canal para nadar.
La alegría de la luz y los colores, así como su habilidad para crear interacción con los visitantes, es un retroceso al impresionante portafolio de SelgasCano, especialmente el Pabellón Serpentine 2015. Presentado en Londres, Serpentine era una representación lúdica del caótico metro de Londres. La instalación, similar al proyecto de este año, consiste en un esqueleto de acero envuelto con hojas multicolores, creando un boceto dinámico tridimensional de las rutas subterráneas. A diferencia de Serpentine, el Pabellón de la Trienal de Brujas tiene una forma orgánica, que imita los cuerpos de agua circundantes.
Vía SelgasCano